Fué Adán el inocente,
su compañera también,
Vino un día la serpiente,
Alejándoles del bien.
2
La mujer fue conducida
Por la astucia de Luzbel,
Y viéndose perdida
Indujo al hombre también.
3
Fué el hombre separado
De la vida inmortal,
Y manchado su vestido,
Perdió el reino celestial.
4
Una voz que no dejaba
Tranquila al mortal,
Era Dios que le hablaba
En el huerto del Edén.
5
Después que obedeciste
Al mandato de luzbel,
La sentencia recibiste
Que es ganar tu pan también.
6
Ya parece que quedaba
Sin esperanza y sin Dios
Tu pecado ha perdonado,
Sacándote del error.
7
Por Adán entró el pecado
A este mundo aterrador,
Más por Cristo es salvado
Todo hombre pecador.
8
Oh, hermanos, que esperamos
Un feliz milenial,
A luzbel no atendamos
Porque El conduce al mal.
ELISEO MANCIA